Estaciones de esquí Eslovaquia

Estaciones de esquí Eslovaquia

El hecho de que la Tatra posee unas condiciones naturales ideales para el deporte de invierno, ya no es ningún secreto y es algo bien conocido incluso más allá de las fronteras de Eslovaquia. Pero muy pocos saben que en invierno se puede esquiar en casi cualquier región de Eslovaquia, ¡hay un total de 100 centros de esquí! Hoy en día, además de las famosas zonas de esquí de la Tatra y la Fatra hay también pequeñas sierras con áreas con pistas de esquí bien preparadas que se extienden de los Pequeños Cárpatos en el oeste del país hasta la cordillera Nízke Beskydy en el este de Eslovaquia.

Après-ski Eslovaquia

En los Bajo Tatra y en los Alto Tatra hay buenas posibilidades de Après-Ski. En las localidades más grandes hay muchos bares, restaurantes, y pubs en los cuales se puede disfrutar después de un día en pistas y degustar las especialidades eslovacas. La cocina eslovaca se compone mayormente de patatas y carne asada o ahumada. Entre las especialidades tradicionales destaca, por ejemplo, las "Lokše" (tortillas de harina y patatas), "Spišská pochúťka" (estofado de carne con tortillas de patatas), paté de carne de venado, pasta rellena o la famosa comida "pečené bravčové koleno" (pata de cerdo asada). Las especialidades eslovacas se pueden saborear sobre todo porque los precios en los restaurantes son muy asequibles. Por otro lado, hay muchas ofertas deportivas y de ocio como, por ejemplo, ir en trineo, patinar sobre hielo, ir en parapente, participar en una carrera con trineos tirados por perros, jugar al paintball, ir en trineo tirado por caballos o visitar una de las discotecas.

Excursiones Eslovaquia

Numerosos castillos y fortalezas, muchas cuevas, termas revitalizantes y edificios históricos; éstos son los factores que desencadenan la atracción de muchos turistas por Eslovaquia. En la capital se encuentran varias a la vez: la fortaleza Bratislava que gobierna desde el monte sobre la ciudad, el viejo ayuntamiento, la catedral gótica St. Martin, la filarmónica eslovaca y diversos palacios, se encargan de atraer a los visitantes.

En la lista de patrimonio cultural de la humanidad de la UNESCO, se encuentra el Castillo de Spiš en Žehra. Se trata de uno de los castillos medievales más grandes de Europa Central y en 1970 renovados. Muy pintoresco es el Castillo de Červený Kameň, éste reina desde el lado este de los pequeños Cárpatos, su museo expone arte, armas, muebles de tiempos pasados y alberga incluso una pequeña farmacia en estilo rococó. Del Castillo de Devín en Bratislava sin embargo, sólo quedan las ruinas que han acabado convirtiéndose en un museo al aire libre.

En Eslovaquia se conocen unas 5.350 cuevas. Unas mil se encuentran en el Slovenský Kras (parque nacional del Carst eslovaco). En conjunto con el parque nacional húngaro Aggtelek, cubre uno de los relieves cársticos más grandes de Centro-Europa. Cuevas abiertas al público son por ejemplo la cueva Jassauer, una cueva de estalactitas y la más antigua accesible en Eslovaquia. En el valle Demänovská, los visitantes podrán explorar una cueva de hielo y otra de estalactitas.

De regreso al pasado, se encuentran los visitantes en el pueblo rústico Vlkolínec y en Bardejov. En Vlkolínec parece que el tiempo se haya paralizado. El pueblo se encuentra en una meseta alta entre Niederer y Alta Tatra. No existen aquí las calles, ni la electricidad ni instalaciones para el agua. Las casas y la iglesia son completamente de madera. Las casas del centro de Bardejov, no son de madera, pero poseen unas fachadas que son increíbles. Una gran parte ha sido renovada.

El que quiera dedicar un hueco de sus vacaciones al relax, existen muchas termas en Eslovaquia donde detenerse. En el parque de termas Bešeňová o en el parque acuático Tatralandia con piscinas de agua salada, agua termal y agua clara, un mundo celta de saunas así como diferentes ofertas de spa.